domingo, 12 de agosto de 2012

Arsénico mantiene en jaque la salud de los maderenses


9 Agosto 2012
Luis Alberto López

Las personas mayores a los 50 años de vida son los que más padecen afectaciones en la piel y cáncer, pues ellos se expusieron a los altos niveles del metaloide que había hace casi 30 años.


Foto: Manuel Guadarrama
Los pobladores de Francisco I Madero exigen solución al problema del agua contaminada.

Fco. I. Madero • Fco. I. Madero .- Lidia Rodríguez Martínez tiene 59 años y ha visto morir a parte de su familia por afectaciones en la piel, mismas que le adjudica al consumo prolongado de agua con arsénico.
La ama de casa residente del ejido Covadonga, el cual tiene una presencia del metaloide de casi el doble de lo permitido en este país con 47.4 microgramos por litro, asegura tener miedo de que le suceda lo mismo que a su tío y su padre, quienes junto a otra persona de esa comunidad, han fallecido por padecimientos de la piel en los últimos 10 años.

“Aquí ha habido tres casos de muertes por consumir esa agua, uno era mi papá y otro mi tío, así como otro señor que se llamaba Federico Zúñiga y que falleció hace como dos años.

A todos les empezaron a salir manchas en los pies y luego se les pusieron negros como carbón y tuvieron que amputárselos”, cuenta con seriedad y nostalgia.

Rodríguez Martínez sabe que lo que le dijeron en primera instancia los doctores del Centro de Salud, ubicado en la cabecera municipal que es Francisco I. Madero, sobre que su padre había muerto a causa de la diabetes era mentira, pues la familia sabía que ese malestar lo tenía controlado.

“A mi papá le decían que tenía azúcar en la sangre y cuando murió nos dijeron que la tenía controlada y que había muerto del arsénico.

Mi tío Guillermo empezó con manchas negras en la espalda y luego terminó con cáncer en la próstata”, recuerda.

Lidia es muy conocida en su comunidad por la historia que persigue a su familia, así como la de Federico Zúñiga, persona de la tercera edad que falleció a hace dos años por hidroarsencismo y que fue noticia nacional en un medio de comunicación, lo cual ocasionó que personal del Centro de Investigaciones Biomédicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila, la Comisión Nacional del Agua y Sindicatos Campesinos de Coahuila hicieran una rueda de prensa para dar lectura a esa nota en un centro social de Francisco I. Madero.

“El problema sigue porque hay manchas y verrugas que antes no tenía, aunque por el lado de mis pies ya los tengo controlados”, cuenta con preocupación.

Prueba de la continuidad del problema, asegura, es que el comisariado ejidal, Ángel Martínez, quien al momento de la charla se encontraba en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de la cabecera municipal recibiendo curaciones, también ha sido amputado de sus pies por manchas o callosidades.

“Él también ha sufrido por el arsénico porque recientemente lo amputaron de las piernas, todos somos personas que antes tomábamos agua sucia”, asevera.

La dama cree que algo que ha evitado que siga enfermando es que ha dejado de consumir el líquido que proviene de las tuberías, pues se han normalizado las callosidades de sus piernas, pues afirma que “antes parecía que estaban vivas”.

Cuenta que han pasado los años y con ello visitas de personas de otros países del mundo que acuden hasta su comunidad para analizar el agua que ellos consumen. Sin embargo, esto no ha significado ningún cambio para los habitantes y no temen sólo a los problemas de la piel sino a otros tipos de cánceres.

“Una vez vinieron unos japoneses y tomaron muestras del agua de la llave y dijeron que tenía arsénico, mientras que la otra noria estaba buena.

También nos tomaron análisis de orina y nos dijeron que los mayores salimos con un alto porcentaje de arsénico en la sangre”, asegura.

Rodríguez Martínez pertenece a la estadística de personas mayores de 50 años que estudios de la Facultad de Medicina en Torreón señalan como víctimas de los efectos del metaloide y que en el peor de los casos trae amputaciones y la muerte.

Asimismo, la afectada pide a las autoridades tomar cartas en el asunto y que no se quede el problema como tantos años, pues asegura haber visto padecer a muchas personas ese tipo de enfermedades desde que era niña, incluso ya no recuerda a ciencia cierta cuantas.

“Ojalá que las cosas mejoraran para nosotros, nos han traído tanques y bombas que nomás no solucionan nada y sigue pasando el tiempo.

Seguimos pidiendo que nos ayuden, muchas veces algunos no tienen para comprar el agua porque aquí cuando vienen nos la venden a 12 pesos y muchos tienen que ir hasta Chávez para que les salga a cinco pesos”, reclama.

CDHEC investiga calidad del agua

Según un estudio hecho el año pasado por el Centro de Investigaciones Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), el promedio del arsénico por cada litro de agua es de 59.4 microgramos en el municipio.

Esa cifra es más del doble de los establecido por la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994 y casi cinco veces más que la de la Organización Mundial de la Salud (OMS), mismas que marcan que debe ser de 25 y 10 microgramos, respectivamente.

La toma de muestras para la investigación se levantaron entre febrero y marzo de 2011 y consistió en un análisis del líquido que proviene del SIMAS, una Planta Potabilizadora y una noria.

En total, se examinó el agua de 28 comunidades rurales, de las cuales 26 presentaron un cantidad hasta cuatro veces mayor a la Norma Mexicana. Entre esos ejidos se encuentra El Porvenir, La Virgen, San José de Ullúa, Saloña, Lequeitio y Banco de Londres.

Ante eso, en días pasados el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC), Armando Luna Canales dio a conocer que se investiga la calidad del agua de la Comarca Lagunera, esto con otras muestras que se recogen de las comunidades rurales y que serán analizadas en laboratorios privados para determinar el grado de contaminación por el metaloide.

Por su parte, las autoridades municipales han reconocido el problema y ofrecido soluciones parciales al problema, entre las que se encuentra la instalación de un Sistema de Tratamiento de Arsénico por Electrocoagulación.

También han propuesto la construcción de una Represa y una Planta Potabilizadora en el ejido Jaboncillo, la cual no ha prosperado por lo incompleto del proyecto.

Claves
Solución a medias

Entre las soluciones parciales del municipio de Francisco I. Madero se encuentran: la instalación de un Sistema de Tratamiento de Arsénico por Electrocoagulación.

Además de la construcción de una Represa y una Planta Potabilizadora en el ejido Jaboncillo, la cual no ha prosperado por lo incompleto del proyecto.

”Ojalá que las cosas mejoraran para nosotros, nos han traído tanques y bombas que nomás no solucionan nada y sigue pasando el tiempo”: Lidia Rodríguez M.